-Madre!!!- exclamé, entrando en el santuario, -No hagas como si no me oyeras!- me deje caer de rodillas, cualquiera habria dicho que me preparaba para una pataleta
Hija mía... ¿Que sucede?
-Sabes bien que sucede madre...- susurré, sentandome en el piso, -No puedo dormir... No puedo mas...- mire la estatua
Yunná... Fuiste creada para este trabajo, te di mis habilidades, parte de mis poderes... Debería ser fácil
-Si, pero tambien me diste sentimientos humanos!!- exclamé
No deben importarte... Tu tienes una sola misión
-Ya, ya... Pareces disco rayado- siseé, para despues cambiar mi expresion, -Lo lamento madre... Es solo que... Aunque Shannah es una buena compañera, siento que no me puedo relacionar con nadie mas... Todos me temen o me odian- sonrei con cierta amargura, -Soy Yunná, la hija de la Luna, la regidora... Y a veces eso cansa- sonrei suavemente, otra vez resignada a mi destino, -Ya... paso la crisis, lo siento...- Me puse de pie y sali del santuario
En esto no te puedo ayudar hija mía... Es algo que tu sola debes superar
La voz se desvaneció en el silencio